La animación es un proceso cinematográfico que se utiliza para generar la ilusión del movimiento en fotografías, dibujos, muñecos o cualquier tipo de objeto. Existen varios tipos de animación, que se clasifican en función de cómo se realiza (animación tradicional, digital, rotoscopio, etc.) o según el material que se anima (plastilina, dibujos, fotografías, etc.).
Un tipo de animación muy frecuente es el stop motion: una técnica que tiene su origen en el cine de Georges Méliès, que fue quien abrió la puerta a la animación en stop motion por azar. Méliès estaba rodando en la plaza de la Ópera de París cuando se dio cuenta de que se le había atascado la cámara. No tardó más de un minuto en desbloquearla y retomar la filmación pero, al proyectar el material filmado, descubrió que había elementos del plano que se habían sustituido como por arte de “magia” debido al parón de la cámara en un momento determinado de la filmación y a haberla retomado en otro. Méliès observó que los hombres que estaban pasando frente a la cámara se habían convertido en mujeres y que, de repente, un ómnibus se había transformado en un coche fúnebre.
Este efecto se tradujo en seguida en el famoso truco de sustitución de Méliès y, si bien se basa en el mismo principio, la técnica del stop motion difiere en la manera de realizarlo y en el resultado final.
El truco de sustitución (uno de los que pedimos para los cortos del Participa Méliès) lo creamos pausando la grabación de la película y continuándola después de modificar de forma notoria un elemento del plano con el objetivo de generar una sorpresa. Por ejemplo, si observamos el cortometraje de Méliès La Sirène, veremos que el señor se transforma en mago o que la sirena surge aparentemente de la nada.
La Sirène, Georges Méliès (1904)
En cambio, el stop motion lo llevamos a cabo mediante la captura de imágenes fotográficas estáticas de forma sucesiva para crear una acción continuada. Para hacerlo es preciso que modifiquemos ligeramente los elementos de la imagen en cada fotografía. Finalmente, cuando observamos la reproducción con velocidad de ese conjunto de imágenes apreciaremos la ilusión del movimiento como si fuese real. Para entenderlo fácilmente podemos observar este cortometraje de Segundo de Chomón, que utiliza hábilmente esta técnica para dar vida a objetos que sirven a la clientela en un particular hotel:
El hotel eléctrico, Segundo de Chomón, 1908
El stop motion es una técnica muy creativa que podemos utilizar fácilmente y además nos permite hacer trucajes para generar la sensación que alguien se desplaza por encima del suelo sin caminar, que un objeto cobra vida o que un grupo de objetos se rebelan.
¡Por este motivo os proponemos que escojáis objetos cotidianos que tengáis a mano y creéis una historia de la que sean protagonistas!
Para empezar podéis utilizar juguetes: una pelota, un peluche, alguna muñeca, muñeco o figura que os guste; piezas de comida como frutas, chuches o galletas; ropa o cualquier herramienta que tengáis cerca, como cubiertos, bolígrafos, gomas, esponjas…
Para realizar el stop motion solo necesitáis una cámara o cualquier dispositivo que haga fotografías y un trípode o un lugar donde apoyar y fijar la cámara de forma realmente estable. Una vez elegidos los elementos que queremos animar y planificadas la escena y las acciones de esos elementos, la técnica a seguir es muy sencilla:
Os dejamos unos cuantos vídeos con ejemplos variados de esta técnica para que saquéis un montón de ideas posibles:
El cocinero encantado, Georges Méliès (1904)
https://www.youtube.com/watch?v=KZj_H7_6ZII
Animación en stop motion de frutas y verduras, Clemotion (2016)
Coinstar, PES (2009)
Game Over, PES, 2008
Western Spaghetti, PES (2008)
Fuente imagen superior: Danny Chan (Vancouver Film School – Digital Design), bajo licencia Creative Commons (CC BY 2.0).